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La importancia de las emociones en tu MPV

Hay muchos factores que tenemos en cuenta a la hora de lanzar nuestro mínimo producto viable como el pacto de socios, la inversión, el marketing, publicidad , etc pero  a veces se nos olvida lo más básico cuando lanzamos nuestra startup y es la gestión de las emociones, puesto que como emprendedor te vas a caer, vas a tener momentos donde no vas a querer ni levantarte de la cama y en los te veas en una delgada cuerda floja que se encuentra en la dicotomía de seguir adelante o dejarlo todo. Quiero que le eches un vistazo a la siguiente gráfica:

Progreso hacia el éxito

Progreso hacia el éxito

Cometemos usualmente el error de pensar que uno emprende y las cosas van a ir paso a paso hacia llegar al éxito .Lamentablemente la cruda realidad es que  vamos a pasar por una montaña rusa de emociones que si no sabemos gestionar bien, esto acabará haciendo mella en nosotros y es muy probable que si no se le pone solución, pueda hasta acabar en el fracaso de tu proyecto.

 

A continuación te dejamos algunos tips para mejorar esta situación :

 

  • Las cosas tienen su proceso y debemos trabajar la paciencia como aliada fundamental para no desesperarnos.
  • Lo que no se puede medir, no se puede mejorar, debes establecer indicadores clave de rendimiento(KPIs) con el fin de poder evaluar resultados
  • La organización y la disciplina son una parte fundamental para alcanzar el éxito y hacerlo de manera correcta, calmarán en gran medida los nervios.
  • La formación de estar siempre en nuestro calendario, pues de esta forma estaremos siempre al día y podremos obtener nuevas ideas.
  • Hablar con otros emprendedores que están pasando o ya han pasado por la misma situación que tú y te dará otra perspectiva.
  • Apoyate en tu equipo, tu equipo de debe ser un elemento fundamental de apoyo y mejora, hacer piña es fundamental.

 

Para concluir, os dejamos una frase célebre que nos enseña que el fracaso solo es un aprendizaje para seguir adelante:

El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatal: lo que realmente cuenta es el valor para continuar

Winston Churchill